Clavadistas de La Quebrada hicieron su tradicional tributo a la Virgen de Guadalupe, en la víspera del 491 aniversario de la aparición de la Virgen mestiza en el cerro del Tepeyac, luego de dos años de confinamiento por la pandemia de Covid 19.
Entre música y pirotecnia, los clavados fueron intercalados en grupos de valientes deportistas, quienes participaron con el espectáculo, comenzando con los más jóvenes, para cerrar con los veteranos, en lanzamientos cada vez más elevados y de mayor riesgo.
La ofrenda de los integrantes de la Asociación de clavadistas, incluyó lanzamientos con antorchas, el hombre antorcha, fuego en el océano, el cisne, mortal al frente, holandés y, vuelta y media.
Antes, se informó que uno de los clavadistas, lleva 30 años lanzándose, 28 de los cuales lo realiza desde los 35 metros de altura, la plataforma más elevada de los riscos.
En su espectáculo, los clavadistas recordaron a los deportistas que han muerto y a quienes dedicaron un minuto de aplausos.
Antes, una caravana de 19 jóvenes se encaminó hacia los riscos iluminados con antorchas, abriéndose paso entre las y los asistentes al descender de las escalinatas.
Subieron uno a uno los participantes por los riscos, para escuchar la misa oficiada frente al nicho de la Virgen mestiza, en un ritual que ofició el sacerdote Juan Carlos Flores Rivas.
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Antes de la misa, crisantemos, gusanos y cometas multicolor iluminaron la noche en una pequeña gala de pirotecnia.
El clavadista Ángel David Castrejón Gutiérrez informó que el tributo a la Virgen de Guadalupe se ha llevado a cabo durante 80 años, aunque con la pausa impuesta por la pandemia.
No obstante, puntualizó que la Virgen es la protectora de los clavadistas, quienes se encomiendan a ella en cada lanzamiento y se santiguan antes de cada espectáculo.
Informó que serían más de 50 clavados entre los que participaron practicantes, y los clavadistas profesionales, entre veteranos y jóvenes de los cuales cuatro son mujeres, hijas, nietas o sobrinas de algún veterano.
Amadeo Alcocer, Kevin Palacios y Héctor Miguel Nieves, son algunos de los clavadistas que se han lanzado como antorcha humana, considerado uno de los clavados de mayor riesgo.
Los más pequeños y quienes abrieron la jornada de clavados desde una altura de cinco metros fueron Tadeo, Nidia, Yadiel, Eduardo, Gloria, Sofia; seguidos de Luis Arturo, Domingo y Ociel, quienes se lanzaron de una altura de 10 metros.
Otro participante fue Héctor Miguel Nieves, quien se lanzó vestido de Juan Diego y llevaba una capa con la imagen de la Virgen morena.
El joven Abdias Alarcón cerró el espectáculo que duró casi dos horas, con el traje especial que le permitió soportar el calor del fuego que encendió su cuerpo.
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